Cristina Cocca Arnedo

Nacida en Buenos Aires, reside en Madrid. 
Ha publicado varios libros, entre otros:
  •  "Aquí, desde la lluvia", Premio Provincia de Guadalajara,
  •  "Mujer de esta memoria", Premio Poeta Mario López,
  •  "La heredad de la luz", Premio Amantes de Teruel,
  •  "Claroscuro para escribir un cuadro", Premio Ciega de Manzanares. 
Entre sus últimos premios se encuentran:
  • Primer Premio en el Certamen de Daya Nueva (Alicante) 2014.
  • Premio Círculo de Bellas Artes 2014.
  
Colabora activamente en varios foros literarios, entre otros “Asociación Literaria Verbo Azul” y “Grupo de Poesía Aula de Encuentros del Círculo de Bellas Artes”.

Textos: Cristina Cocca

HUBO UNA VEZ EL MAR
Hubo una vez el mar en mi memoria.
Me encadené al lentísimo
sendero de su playa,
dibujé el abismado color de sus violetas
y el tumulto coral de los delfines.
Quería ser su ungido crepúsculo de viento,
la tormenta quebrando sus cristales
y un aljibe en las simas
quietamente agitadas de la arena.
Escuché cómo alzaba acantilados
meciendo sus llanuras con la voz que otorgué
a mis últimos sueños.
Y ahora me regresa por su cauce de lumbre
hasta donde comienzan sus orillas
y el abisal dominio de las olas.
Allí donde comienza
el reducto primero de mi infancia.
Me aproximo a este mar,
el huésped de mi pulso, motor de mis veleros,
dulcedumbre en la sal de mis bahías.
Sólo puedo ofrecerle
un manantial de lluvia entre las manos.
Hubo una vez el mar que siempre fuera
niñez esplendorosa en mi mirada.
DEL LIBRO: “MUJER DE ESTA MEMORIA”
PREMIO “POETA MARIO LÓPEZ”,
AYUNTAMIENTO DE BUJALANCE, (CÓRDOBA)
LA RUTINA
 Todo huele a memoria esta mañana.
Se está secando el cactus detrás de los cristales,
me dices. Y recuerdo
que he perdido la lluvia casi sin darme cuenta.
El café se nos queda helado por costumbre.
Desordeno las migas con las uñas
muy lejos de tu taza. En el mantel
están descoloridas las cerezas.
Hoy hará mucho frío.
Y oscureces los ojos buscando el horizonte
en la pared del patio.
No olvides la bufanda. Las noticias nos dicen
que llegará la nieve
a cubrirnos del todo la cintura.
Será una broma, ríes.
Han sonado las ocho. Puntualmente, una lágrima
sucumbe en mis mejillas
ante el golpe preciso del cansancio.
Usas mi servilleta sin quererlo y me dejas
el rastro mentolado de tu boca.
Todo huele a memoria esta mañana.
No olvides tu periódico.
Cuando se abra la puerta,
entrará la ciudad a refugiarme.
Mientras, intentaré encontrar la forma
más lenta de vivirte.
DEL LIBRO “LA HEREDAD DE LA LUZ”, PREMIO “AMANTES DE TERUEL”,
AYUNTAMIENTO DE TERUEL

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